El cambio, la única constante.

"Mejorar es cambiar; así que para ser perfecto hay que haber cambiado a menudo."
- Winston Churchill
¿Les ha pasado? Están revisando su timeline de Facebook, o los tuits que publicaron 5 años atrás, y de repente, algo extraño. Sienten vergüenza. O no les parece que el post los refleja. Pero en teoría, las redes sociales  tienen memoria de elefante. Alguien en algún momento le ha dado like a algo que escribimos hace 4 años,  y más de una celebridad se ha visto envuelta en un escándalo por algo que publicaron mucho tiempo atrás. Se nos olvida que al fin y al cabo nuestros posts son simplemente un reflejo de la forma en que pensábamos al momento de redactarlos. Pequeñas fotografías de nuestro sentir en un momento específico.
Debemos recordar que en un mundo en constante movimiento, donde vemos transformaciones importantes a diario, es probable que nuestros puntos de vista vayan rotando. De hecho, no sólo es natural, es saludable. Cambios en nuestra posición son muchas veces consecuencia de nuestro crecimiento personal o un reflejo de lecciones aprendidas.
Quizás lo que hace un tiempo nos divertía hoy nos pone a reflexionar. Lo que entendíamos un deber criticar, hoy preferamos ahorrarnos la batalla, porque también esta era de cambios sociales nos ha demostrado que no es razonable abrir mil frentes y que las peleas hay que saberlas escoger.
Sobre borrar o no, el debate continúa. Para fines prácticos, una vez apretamos “Send” lo que publicamos queda flotando en el universo digital aparentemente hasta el fin de los tiempos, pero no veo el daño en eliminar de nuestros muros lo que hoy nos incomoda. Quizás es de hecho recomendable porque difícilmente podemos pensar en nuestras redes sociales ya como elementos independientes sin impacto en nuestra imagen profesional. Son lo primero que los empleadores revisan a la hora de tomar decisiones de contratación o promoción, y más de un profesional ha perdido algún contrato por expresar opiniones radicales, entonces sería penoso si esto sucediese por cosas en las que ni siquiera creemos hoy en dia.
 No obstante,  cuando nos toque leer nuestros  posts antiguos, esos que ya no nos gustan, mirémoslos con cariño, porque son un testimonio de que la persona que somos hoy es fruto de una evolución.  

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